domingo, 4 de diciembre de 2011

-Fin de Año.

Que no se diga que no somos originales. O al menos que yo no lo soy. Porque es evidente que si no disfrazo de genialidad va a salir a la luz que lo que realmente soy es de un impulsivo de campeonato.


Tengo el vestido de año nuevo. Y en contra de lo que pueda parecer por el titulo de mi sección, si, es de Zara :DDD


Es ideal. De estos vestidos que te suben la moral de lo bien que te hacen quedar. De esos que te suben a autoestima mejor que un noruego de metro ochenta diciendote guapa -que, por cierto chicas, no se descarta y noe estaría nada, nada mal. ¿A que no? Ale, bonitas, a buscar un regalo de cumple para Paulita, que os lo ha dejado claramente indicado-. 




Por delante es muy, muy conservador, menos de una cuarta por encima de las rodillas, escote nulo, mangas largas, definitivamente largas.
Pero por detrás la cosa cambia. Y el vestido perfecto para Mrs NoHeRotoUnPlatoEnMiVida se transforma en Oh, Là, Là!






El caso es que probablemente también tenga los zapatos, porque tengo unos tacones negros bastante apañadicos, de unos impresionantes doce centimetros de alto y con un lacito muy mono, peep toe. Y, no descarto unos salones de algún tono pastel o camel, también de cierta altura, pero la verdad es que teniendo un plan B ni me preocupo. Si los veo y me enamoro, a la saca y si no, no voy a volverme loca porque no lo merece. De momento, los zapatos están en stand-by. Tengo unos básicos, negros, de Zara -me estoy dando cuenta de que me estoy traicionando a mí misma. ¡Estoy cayendo en el Imperio !-, peep toe. Exactamente, estos.






La cosa del abrigo... Eso esta mas complicadillo de momento. Lo cierto es que tengo un par de ellos cortitos, muy monos y en Valencia. Si puedo hacer que me los envíen antes de diciembre y veo que me combinan asunto arreglado. Mi madre quiere dejarme uno  suyo, de astracán, que solo de mirarlo ya te grita: "soy caro, ¡hazme daño y estas frita!" Asi que, sintiendolo mucho como nuestro plan inicial es ir a una discoteca -porque esa es otra, las Limón aun no tienen sitio para la fiesta. Se ve fácilmente que eso de la palabra estrés no nos afecta demasiado. ¿Para qué?- y poder perderlo o tener que ir yendo con el corazón en un puño cada cinco minutos al guardarropa, yo paso.


Y hablando de todo esto,... Aún no tenemos las Limoneras lugar.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Escrito por Isa

Me apetecía escribir en un blog desde hace mucho tiempo pero no he tenido oprtunidad de hacerlo hasta hoy. Al parecer me toca inaugurar el blog... ¡Qué responsabilidad, qué honor! xD
¡Ahí voy!


Crónicas de sociedad por una estudiante en apuros (1)
(Los hechos relatados son ficitios en su mayoría)


La vida da muchas vueltas. Al igual que en las series de televisión en las que los personajes hacen mil y una cosas para escapar de situaciones complicadas en la vida real la gente cuenta mil y una mentiras para dar la imagen exterior de lo que por dentro no son ni de lejos. Palabras envenenadas que hacen más daño a quien lo dice que a cualquier posible oyente, ya que crean una imagen distorsionada de la persona que luego no puede ser matenida más que con mentiras.


Paseamos por la calle y vemos las caras de personas que llevan una vida tan ocupada que no pueden hablar con sus amigos más que en el trayecto desde el restaurante a la oficina, si es que salen a comer fuera. Vemos a otros que van tan serios que nunca imaginaríamos lo divertidos que son con sus hijos.
En todos lados hay gente que se preocupa por su familia y amistades, aunque sólo unos pocos participan activamente en la conservación de estos vínculos. Lo difícil es saber distinguir a los que lo hacen de los que fingen hacerlo, ya que muchas veces tus amigos te sonríen y te escuchan pero no te dan luego consejos útiles, simplemente te cuentan algo para cambiar de tema, para centrarse de nuevo en ellos y en la resolución de sus conflictos. Eso no es un amigo de verdad. Esos son los amigos que mienten más que hablan. Puede parecer no intencionado, pero no es así. Quizás simplemente dan prioridad a sus problemas antes que a los tuyos, cosa que todos sabemos que es propio de los amigos.


Nadie miente sin quererlo, aunque quizás me equivoque.